Presentación
“…Las artes marciales poseen una serie
de
valores educativos excepcionales,
intrínsecos
a su propia práctica.…”
Fernando Abad VI Dan
Taekwondo
Cuando comencé a practicar Taekwondo a mis 11 años,
nunca pensé que encontraría un camino de vida. Era mi objetivo devolver la
golpiza que me había propiciado un chico de 13 años. Sin embargo, desde allí
encontré un programa filosófico que forma parte de mis valores éticos.
Mis primeros profesores fueron los hermanos Rodríguez
(Mario, Aldo y Edgardo), que llevaron el Taekwondo a Florencio Varela, con
quienes recibí la formación para alcanzar mi Iº dan, el 13 de septiembre de
1987, otorgado por el Maestro Pedro Florindo, de la Escuela Argentina de
Taekwondo, que hace poco alcanzó el IX Dan.
Al irme de Florencio Varela, los destinos de la vida,
me cruzaron con Fernando Abad y su Escuela Phoenix de Taekwondo. Desde 1997. Con
él continué un recorrido conjunto y hoy me encuentra practicando en su
Asociación Argentina de Taekwondo Independiente, recibiendo sus enseñanzas con
su VIIº Dan y difundiéndolas en la Academia de Taekwondo Tradicional con mi IVº
Dan.
Los contenidos de esta página forman parte de un libro escrito treinta años después de alcanzar
el cinturón negro. Además de pretender ser la tesina para alcanzar el Vº Dan, busca
contribuir al desarrollo de la enseñanza de una disciplina desde una
perspectiva propia, que incluso ya me trasciende.
Me trasciende porque así como la alegoría del árbol
que se despliega en la espalda del dobok y la escala de los colores del
cinturón, las semillas propias diseminadas tienen árboles, como los Bo Sabones
Juan Manuel Sánchez o Fernando Colombo, o en la próximamente instructora
Alejandra Casas, incluso de aquellos que pasaron por mi Dojang o de Julio
Barreto que se sumó recientemente. Y las
nuevas semillas: “Los Ninjas de San Telmo”.
En una entrevista del diario barrial “El Sol de San
Telmo”, que con cariño tituló “Politólogo de día, Profesor de Taekwondo de
Noche”, comenté que: “El Taekwondo es parte de mi vida y el estudio de la
política es lo que me atrae como profesión. Si ambas no estarían vinculadas, me
sentiría vacío”. De hecho, en este libro
se intercalan conocimientos propios desde la ciencia política o el estudio de
la masonería, organización filosófica y progresista.
A mis estudiantes, pasados y presente, debo darles un
gran agradecimiento. Pero también debo hacerlo a mis compañeros de práctica,
especialmente aquellos con que hemos compartido mesas y evaluaciones, como
Gervasio Cilveti, Matías Vago, Santiago Ezequiel Moli Sitjes, Mauricio Pino,
Magdalena Biorklung, Claudio Sardo o Fabian Montiel. A otros maestros, como
Marcelo Minguila, Masafuni Sakanashi, Pedro Florindo, Carlos Composto o Silvio
Bilardi (con quien recibí el I Tuan de Kun Fu estilo Tien Tai Chuan). A mis
primeros profesores, Mario, Aldo y Edgardo Rodríguez. Y, sin duda, a Fernando
Abad, por la paciencia y apoyo para que el Taekwondo en el Club Atlético San
Telmo sea posible.
Es más, como parte de vida, debo reconocer que el
Taekwondo me enfrenta a mi discípulo más difícil, Lautaro Aike Romero Otero,
que práctica desde los dos años y ha recibido su 8º Gup a sus cuatro giros al
Sol. Espero que encuentre en estas enseñanzas un legado para su vida, agradeciendo
a su madre Estefanía que me permite mostrarle este camino.
Espero, a quienes lean este libro, que encuentren un
incentivo para sumarse a este camino. Buena lectura.
* IV Dan de Taekwondo de
la Asociación Argentina de Taekwondo Independiente y de la Escuela Argentina de
Taekwondo. Director de la Academia de Taekwondo Tradicional del Club Atlético
San Telmo. Politólogo UBA. Profesor en la Escuela Superior de Comercio Carlos
Pellegrini y el Colegio Nacional de Buenos Aires. Profesor UCES e Investigador
de la UBA www.ricardoromero.com.ar
@Richardbsas politologoromero@gmail.com www.academiataekwondo.com.ar
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